lunes, octubre 26, 2009

gente

la gente es rara, estamos claros en este punto. de partida, la gente habla de la gente y nunca se reconoce en ella. si hablamos de algún defecto de los chilenos, decimos: es que son muy sucios, la calle está llena de basura, la tiran por cualquier parte.

y ¿quienes son los que tiran basura por todas partes? pues, la gente. pero uno nunca dice "echamos la basura por cualquier lado", no, señores, uno jamás ha botado basura al suelo, jamás, en una carretera, menos que menos en un bus de transporte público. bueno, yo en serio no lo hago, tengo en mi mochila un bolsillo especial para la basura, le he enseñado a mi hijo que no tire basura, de hecho, él mismo la guarda en tal bolsillo.

ya.

la gente en los estadios es loca, desenfrenada, incluso delincuente. es cosa de mirar las imágenes que captan los noticieros, son verdaderas hordas paleolíticas tratando de imponerse frente al clan enemigo. bueno, yo no voy al estadio, justo por eso, o quizá porque es caro, y el fútbol en Chilito no es que digamos, brillante ni de alto vuelo.

a ver a la selección, iría quizá, pero ahí sí que sale caro, y en fin el trabajo, el hijo, los amantes, queda poco tiempo para ver fútbol en vivo, que me gustaría, pero es complicado.

la gente... tiene cosas muy malas, es cierto, pero es divertida, no sé, al menos en Chile, la gente es muy buena para la talla a flor de piel. talla es como un lance, no sé cómo describirlo, es un Think Fast, una respuesta verbal, al voleo, a una situación divertida o inusual. es una tentación demasiado grande no responder, no decirle algo a alguien, algo que nos hermana.

yo venía subiendo al metro, muy cansada, de la casa de Etxe, y me iba a sentar entre dos señores, les pedía permiso y uno nunca se corría para yo sentarme, bueno, me siento lo mismo, y justo el metro inicia su viaje, abruptamente quedo sentada sobre el señor que sí me estaba dando espacio para sentarme (el otro dormitaba sin enterarse de nada). sentada en sus piernas me vino un ataque de risa, pronto me recupero y me siento a su lado, pidiendo disculpas y riéndonos ambos del incidente. y ahí el caballero me dice "en todo caso, me han caído cosas peores encima".

la gente es divertida, buena para la talla, violenta, sucia, xenófona, etc. la gente es toda, entera, humana, y por tanto echamos sobre su concepto todo aquello que nos disgusta de la naturaleza humana, y así nos quedamos, como si nosotros mismos no fuésemos gente.

ah, pero la gente implica otro giro, otra semántica. la gente es lo correcto. sí, tal cual, lo correcto.
tráeme un sándwich como la gente. vístete como la gente. el concierto sonó como la gente.

cuando hablamos del estándar "como la gente" implica el mínimo de aprobación. si algo no es como la gente, es malo, mediocre, reprobable.

si es como la gente es, al menos, pasable, mínimamente aprobable.

incluso más, lo que es como la gente es bueno, correcto, adecuado. un clima como la gente, un escritor como la gente, una página web como la gente.

ah, y está también el concepto de "ser gente". que es como decir, decente. si alguien no es gente, pucha, es marginal, flaite (otro día me explayo en lo flaite que resulta ser como un cáncer en Chile a estas alturas), maleducado, inculto o grosero. ser gente implica saber comportarse como la gente (y aquí ambos conceptos hermanan). si alguien no es gente, simplemente no tiene valor como persona, como gente.

entonces la gente es lo peor, y sin embargo es lo correcto e incluso lo esperado socialmente. claro que ambos significados no se juntan jamás, quizá solo es estas reflexiones sin alcohol de mañana un día lunes lento, aunque como la gente, hay que decirlo.

y ustedes ¿son como la gente? ¿son gente?

¿o consideran que la gente es lo peor?