sábado, junio 30, 2007

no soy imaginaria, pero casi

No quiero recurrir a frases de otros para explicarme a mí misma. Pero, anyway, no soy un invento de Larry Mejía (que quedaría mil veces mejor Laary, pero bueno).
Hace algún tiempo, el pajarraco renacentista, autodenominado poeta negacionista (¿o era tan sólo negacionista, nada de poeta?) Samael Menjura (que, de seguro no se llama así, pero al que he visto por cam, cuando hablamos en línea, incluso vi a su hija, que menos mal no se parece a su padre, así que existe, como sea que se llame) me dijo, tras intenso intercambio de mails, que yo era eso, un invento de ese señor, don Larry (insisto en que es mejor Laary).
Yo estaba con fiebre ese día, así que no pesqué mucho.
Pero, días después, me lo vuelve a plantear, desde la fría y alta Bogotá. Ahí me entró risa. Incluso me dijo, con un desparpajo impresionante “total, estoy seguro que eres un invento de mi amigo negacionista, Larry Mejía” o algo así. El muy patudo. Porque yo jamás lo había tuteado, me carga hacerlo por carta o mail, siempre trato de usted, y ustedes seguro lo saben.
Luego de eso, me quedé pensando si era un insulto o un cumplido. O una broma. El tipo lo dijo muy en serio, pero también ha dicho muy en serio que se ha tragado varias estrellas en descomposición, entre otras cosas de ese estilo. Eso es lo malo de conversar con gente que evita a toda costa pensar. Ha sido un intercambio bastante jugoso, pero el tema es que él persiste en lo de ser negacionista. Menos mal no ha insistido de nuevo en lo de mi origen imaginario.

De pronto me gustaría eso, ser imaginaria completamente, ser el producto de una bella broma entre este pajarraco y el otro (que asumo pajarraco igualmente negacionista). A veces casi lo soy, completamente imaginaria. Este blog, un blog imaginario, escrito por alguien que les hace creer a los lectores que soy una mujer chilena, que escribe, que pasa penurias, que se ilusiona, que escribe novelas, cuentos, etc. Me recuerdo uno de los poemas favoritos de don Nica, El hombre imaginario (qué buen poema, hay que decirlo). Bueno, no soy imaginaria, aunque a veces soy estrictamente virtual, a veces no existo más que en las palabras, a veces, incluso, tengo amigos virtuales, como este pajarraco bogotano, como el rockero del sur de Chile.
He estado un poco fuera de este ejercicio del blog. Hoy, sin embargo, me llegó un mail de otro negacionista (es muy raro, a veces me llegan mails de otros negacionistas bogotanos, pero jamás son personales, son simples explicaciones del retorcido e indescifrable camino negacionista). El mail me manda a leerles el blog negacionista, que no me sé en este minuto (ustedes recuerden que yo escribo todo en mi casa, lejos de la net, luego me conecto y copio y pego, y así ustedes me leen). Lo leo, un poco, apenitas. Porque no puedo leer algo tan largo, me quedaban tan sólo unos minutos de internet. Es un blog con “monitos”, entretenido. Bien escrito, parece, por lo poco que leí. Traté de dejarles un comentario, pero no pude. Ah, de pasada me entero ayer, que mi blog no permite comentarios anónimos. Extraño, muy extraño, eso yo no lo configuré así. Espero arreglarlo, me da lo mismo que me dejen comentarios como sea.
Así que le mando un mail, a este señor. Pablo, dice llamarse. Le he leído varios cuentos (Pablo escribe cuentos, parece, no sé si se aventura con la poesía, espero que no, tanto poeta, ¿para qué?). Me gustan mucho sus cuentos, aunque no se los he podido leer todos. Con un estilo distinto del mío, pero igual me gustan. Espero que pueda dejarles comentarios, que Pablo me conteste, que algún día yo pueda llegar a Bogotá a sacudirles las plumas a todos los pajarracos, sobre todo al que me creyó imaginaria, que pueda meterme en esas calles que parecen una matriz lógica y fría (por la cresta, no hay derecho a nombrar las calles así, con números y letras, olvidando las alamedas de las delicias, o la calle de la esperanza, o la de la inspiración, qué sé yo, acá las calles tienen nombre, como corresponde, y a nadie se le ocurriría mandarme a una dirección como “C34/G12”). Capaz que me guste Bogotá. Algo me dice que puede ser, total, allá yo seré totalmente imaginaria.


Ah, y la última, me enteré hace ya bastante, que me publicaron un “cuento” o más bien micro-cuento, en el libro que sacó Plagio con los mejores cien intentos de los dos últimos años por llevarse el millón del concurso Santiago en 100 palabras. No sé si el resto de los intentos son o no cuentos. Hay unas cosas que no me atrevo a llamar cuentos. El mío, sí, estoy segura de que es cuento, pero da lo mismo. Había perdido ya la esperanza de ser publicada, porque ya sabía con certeza que no había ganado. Así que me alegré mucho cuando me avisaron que había sido publicada. Santiago en 100 palabras es cada vez más importante, más visible, más un referente en la cultura de por acá. Es buena onda porque todos se sienten llamados a leerlos, a criticarlos, a escribirlos en busca del esquivo y puto millón de pesos. Es re poca plata, un millón de pesos, considerando que es un concurso que convoca tanto, la gente participa por el honor, parece, más que por el millón. O por ambos. Yo, por el millón, claramente, si me declaro escritora, la idea es poder ganarme unas lucas con este ejercicio. Además, fue muy entretenido participar, conseguí hasta un “método-cien-palabras”, ayudé a mi amigo Exte, fue de lo más guay.

Les dejo.
Saludos a Uruguay (mande el mail, yo le escribo), a Colombia (manden ron). Espero poder escribir con un poco más de constancia.
Dejo un montón de plumas volando en el aire y un saludo pajarraco a todo aquel que hable pajarraqués: ¡Cueeeegk!

miércoles, junio 27, 2007

no more virtual friends

No more virtual friends, I said. I said, I’m sorry, I can’t. I can not stand it again. It is so sad to me, to tell every one that I don’t believe anymore in the virtual friendship.
I had a few virtual friends, indeed. The first one was in Granada. He said that his name is Antonio, but now, I don’t know. He said a lot of things; I said a lot of things. The difference is that I said the truth. I can’t say the same about him. And, even, he continued telling me a lot of lying, dishonest stories, still the last conversation we had.
I am so sad, so confused, so tired… and a little paranoid.
The only one that remains to me like a virtual friend is my rock star, my southern friend. He and I can not have a conversation, since a month or more. So, I tell him: Hi, friend, you are the only virtual friend to me by now. But, I really hope to see you soon. Come to Santiago-is-Chile, or I will go to the south. I am a little hurt about the virtual friendship; I believed that I had a Spanish friend, but I was wrong.
Soon, folks, I will write in Spanish. By now, I am just taking revenge, because I need it so much. And over all, because this guy never understand the English. So, goodbye, "Antonio" or whatever was your name.