domingo, septiembre 03, 2006

lo que pasa cuando no pasa mucho (odio Septiembre)

hace tiempo que no escribo. bueno, no tanto tampoco. de pronto me urgen a que actualice el blog. el pobre del Etxe, nuevamente llamado Nadie (es su nick blogger, no hay cómo luchar contra eso), él me lo pide. también un tiempo lo hacía el Anto. odio que me urjan a escribir, yo escribo porque dentro mío un alacrán verdoso me aprieta el alma, y sólo me la suelta mientras las palabras vuelen por el aire, o por la pantalla, o por el papel.
bueno, las palabras. así que en verdad no necesito que me urjan más. si quieren, me cogen al alacrán por un ratito, señores.
eso. no es que haya mucho que escribir, en verdad, mis días están angustiados y tensos al máximo. así que el alacrán verdoso (verde, por favor, pero no agua) se afana y ufana en apretar el alma medio deshecha ya de tanto sobajeo y tanto avatar.
eso es. necesito a Etxe en persona, espero verlo antes de cumplir treinta y seis. ojalá no sea de aquellos que septiembre rapta en afanes místicos y/o celebrísticos. lo quiero conmigo al Etxe, no lo quiero borracho como casi todos en septiembre.
odio septiembre. un asunto de ser el mes en que nací (un día en que Dios estuvo enfermo, por supuesto). un asunto de que la celebración por las fiestas patrias se come literalmenet mi cumpleaños, un asunto oscuro de la infancia con milicos por todos lados... el once, que acá ya era trágico desde antes (siempre ha sido trágico el once de septiembre, ya se sabe, michimalonco y todo eso).
por eso, y quizá por qué otras yerbas, odio septiembre. quizá porque la gente se vuelca con alegría falsa a una espiral de aparente buena voluntad, fiesta y festejo. no sé, quizá soy un poco Calamarda, con respecto a septiembre.
así que en eso estoy. ya les dejo saber más de mí.
mi amiga del alma, la Claudia, está con mucha pena, sé que no me lee, pero igual le mando un abrazo a ella. es tan difícil ser madre, amiga mía... espero que la vida se te arregle. que tu cría vuelva al nido, o que como sea, las cosas salgan bien, lo más importante es el amor, amiga mía.
les dejo, ahora es mi crío el que me reclama.

agur.

No hay comentarios: